martes, 26 de enero de 2010

Mi impulso al escribir acerca del Curso creo que proviene de una necesidad interior de aumentar, en el día a día, mi práctica del mismo. Y para ello, al mismo tiempo, siento una necesidad de clarificar dentro de mi el mensaje del Curso, sus términos, sus propuestas, sus enseñanzas, su propósito y su aplicación a la vida cotidiana.

Así mismo deseo que tal vez los escritos, la clarificación que me puedan aportar y la práctica diaria de todo ello, puedan servir a otros y sean una base sobre la que compartir mis experiencias y mi entendimiento. Manuel Rodríguez.

¿QUE PODEMOS ENTENDER POR “ESPIRITU SANTO”?

¿QUE Ó QUIEN ES, CUAL ES SU FUNCIÓN, COMO PODEMOS DESARROLLAR UNA RELACIÓN CON ÉL?

En palabras del Curso el Espíritu Santo es “la Voz que habla por Dios”.

A mi entender el Espíritu Santo es una de las dos partes de nuestra mente dividida.

Cada síntoma que el ego inventa es una contradicción debido a que la mente está dividida entre el ego y el Espíritu Santo, de tal modo que cualquier cosa que el ego haga es parcial y contradictoria. T.3.VI.7.4

En nuestra mente hay dos voces, dos mentalidades, dos maneras de “ver”, de entender, en definitiva: dos sistemas de pensamiento o maneras de pensar.

Obviamente una de las partes es el territorio del ego, la otra es el del Espíritu Santo.

Dios no está dentro de ti en un sentido literal; más bien tú formas parte de Él. Cuando elegiste abandonarlo te dio una voz para que hablase por Él, pues ya no podía compartir su conocimiento contigo libremente. La comunicación directa se interrumpió al tu inventar otra voz. T.5.II.5.5 La Voz que habla por Dios

El Espíritu Santo es nuestra “MENTE RECTA”, podríamos decir que es la Voz de nuestro “SER SABIO”, nuestro “SER ESENCIAL”, nuestro “SER VERDADERO”, de nuestro “SER REAL”.

Cuando ocurrió la separación, Dios, nuestro Padre, no nos dejó solos, junto a nuestra mente equivocada puso a la Mente Recta, el Espíritu Santo, para que nos ayudara y permitiera volver a casa, de donde en realidad nunca hemos salido. Le puso a cargo del proceso de la Expiación.

Éste es un mundo demente y no debes subestimar la magnitud de su demencia. No hay ninguna área de tu percepción que no se haya visto afectada, y tu sueño es sagrado para ti. Por eso es por lo que Dios puso al Espíritu Santo en ti, allí donde tú pusiste el sueño. T.14.I.2.8

Cuando el ego fue engendrado, Dios puso en la mente la llamada al júbilo. Esta llamada es tan poderosa que el ego siempre se desvanece ante su sonido. Por eso es por lo que tienes que elegir escuchar una de las dos voces que hay dentro de ti. Una la inventaste tú, y no forma parte de Dios. La otra te la dio Dios, Quien sólo te pide que la escuches. El Espíritu Santo se encuentra en ti en un sentido muy literal. Suya es la Voz que te llama a retornar a donde estabas antes y a donde estarás de nuevo. Aun en este mundo es posible oír sólo esa Voz y ninguna otra. Ello requiere esfuerzo, así como un gran deseo de aprender. Ésa es la última lección que yo aprendí, y los Hijos de Dios gozan de la misma igualdad como alumnos que como Hijos. T.5.II.3.2 Curación y Plenitud - La Voz que habla por Dios

Con la mente del ego estamos soñando un sueño de separación, nos creemos un cuerpo separado, en un mundo separado. Pero el Espíritu Santo, nuestro Ser Real, siempre está ahí, a nuestro lado, dentro de nosotros, al lado de nuestra mente-ego. Es nuestra Mente-Espíritu, es nuestra Mente-Sabia, solo necesito pedirle corrección, pedirle ayuda, pedirle inspiración, pedirle visión, pedirle verlo con sus ojos, pensarlo con sus pensamientos, cambiar la mentalidad equivocada que me está trayendo dolor, miedo o ansiedad.

Podemos utilizar la palabra que queramos “Padre”, ó “Jesús”, ó “Dios mío”, ó “Espíritu Santo”, ó “Señor”, ó “Universo”, ó “Señor”, ó “Buda” ó cualquier palabra que tenga sentido para cada uno. Pero necesitamos una “acto” mental interior, por el cual desde nuestra mente consciente pedimos una ayuda, cambio, guía, inspiración.

Por ejemplo, “Espíritu, ayúdame a ver esto de otra forma, a verlo con tus ojos, sé que esto, que me está sacando de mi Paz, no es real, es una película de mi mente que sueña, lo pongo en tus manos, permíteme verlo con tu mente, que es mi Mente Real, mi Mente Verdadera y que sé que me va a volver a la Paz.” Esto es solo un ejemplo de un dialogo interior.

El soñador que duda de la realidad de su sueño mientras todavía está soñando no está realmente sanando su mente dividida. Tú sueñas con un ego separado y crees en el mundo que se basa en él. Todo ello te parece muy real. No puedes deshacerlo sin cambiar de mentalidad al respecto. Si estás dispuesto a renunciar al papel de guardián de tu sistema de pensamiento y ofrecérmelo a mí, yo lo corregiré con gran delicadeza y te conduciré de regreso a Dios. T.4.I.4.3

El Espíritu Santo es el nombre que Jesús le ha dado en el Curso, él está unido al Espíritu Santo, son parte de la misma Mente, pues Jesús ya se salió del sueño, ya no tiene una mente dividida, puede ver y comprender nuestra mente equivocada que sueña, pero ya no está atrapado en ella.

El Espíritu Santo no es una cosa, no tiene forma, es abstracto, es el Vínculo que mantenemos con nuestro Padre pues está presente en nuestra mente que sueña. La paloma es sólo un símbolo, así como el propio nombre “Espíritu Santo” es solo un símbolo, un nombre simbólico, porque aquí en el sueño tenemos que utilizar, entre otros símbolos, palabras y nombres para comunicarnos.


El Espíritu Santo te insta tanto a recordar como a olvidar. Has elegido estar en un estado de oposición en el que los opuestos son posibles. Como resultado de ello, hay ciertas decisiones que tienes que tomar. En el estado de santidad la voluntad es libre, de modo que su poder creativo es ilimitado y elegir no tiene sentido. El poder de elegir es el mismo poder que el de crear, pero su aplicación es diferente. Elegir implica que la mente está dividida. El Espíritu Santo es una de las alternativas que puedes elegir. Dios no dejó a Sus Hijos desconsolados a pesar de que ellos decidieron abandonarlo. La voz que ellos pusieron en sus mentes no era la Voz de Su Voluntad, en favor de la cual habla el Espíritu Santo. T.5.II.6.6

La función del Espíritu Santo es ayudarnos a recordar, a deshacer el error, a mantenernos conectados con nuestra Fuente dentro del sueño de separación y guiarnos en el camino de despertar.

Hemos dicho anteriormente que el Espíritu Santo evalúa, y tiene que hacerlo. El Espíritu Santo separa lo verdadero de lo falso en tu mente, y te enseña a juzgar cada pensamiento que dejas que se adentre en ella a la luz de lo que Dios puso allí. El Espíritu Santo, con vistas a reforzar el Reino en ti, conserva lo que está de acuerdo con esa luz, y acepta y purifica lo que está parcialmente de acuerdo con el Reino. Mas lo que está en completo desacuerdo lo rechaza juzgando contra ello. Así es como Él mantiene la perfecta consistencia del Reino y su perfecta unificación. Recuerda no obstante, que lo que el Espíritu Santo rechaza el ego lo acepta. Ello se debe a que ambos están en completo desacuerdo en relación con todo, dado que están en completo desacuerdo con respecto a lo que tú eres. Las creencias del ego en torno a esta cuestión tan fundamental varían considerablemente, y ésta es la razón de que él suscite diferentes estados de ánimo. El Espíritu Santo nunca varía en este punto, y, por lo tanto, el único estado de ánimo que genera es uno de dicha. Él protege dicho estado rechazando todo lo que no lo fomenta, y así, sólo Él puede mantenerte en un estado de perfecta dicha. T.6.V.C.1.2


Cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de desarrollar la habilidad de escuchar los pensamientos del Espíritu en lugar de los pensamientos del ego, y saberlos distinguir.

La Voz del Espíritu Santo no da órdenes porque es incapaz de ser arrogante. No exige nada porque su deseo no es controlar. No vence porque no ataca. Su Voz es simplemente un recordatorio. Es apremiante únicamente por razón de lo que te recuerda. Le ofrece a tu mente el otro camino, permaneciendo serena aun en medio de cualquier confusión a que puedas dar lugar. La Voz que habla por Dios es siempre serena porque habla de paz. La paz es más poderosa que la guerra porque sana. La guerra es división, no expansión. Nadie gana en la batalla. ¿Qué saca un hombre con ganar el mundo entero si con ello pierde su propia alma? Si le prestas oídos a la voz que no debes, pierdes de vista a tu alma. En realidad no puedes perderla, pero puedes no conocerla. Por lo tanto, te parecerá que la has "perdido" hasta que elijas correctamente.

…..

Si envías únicamente los mensajeros que el Espíritu Santo te da, sin desear otros mensajes que los suyos, nunca más verás el miedo. El mundo quedará transformado ante tu vista, limpio de toda culpabilidad y teñido de una suave pincelada de belleza. No hay miedo en el mundo que tú mismo no hayas sembrado en él. Ni ninguno que puedas seguir viendo después de pedirles a los mensajeros del amor que lo desvanezcan. El Espíritu Santo te ha dado Sus mensajeros para que se los envíes a tu hermano y para que retornen a ti con lo que el amor ve. Se te han dado para reemplazar a los hambrientos perros del miedo que enviabas en su lugar. Y marchan adelante para dar a conocer que el fin del miedo ha llegado.

T.19.IV.A.I.15.2 Los obstáculos a la paz

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